REFLEXIONES

4 señales de que te gusta complacer a todos

Es imposible complacer a todos; pero en el afán de evitar tener problemas con alguien, algunos se empeñan en caerle bien al resto.

Es imposible complacer a todos; pero en el afán de evitar discusiones o tener problemas con alguien, hay personas que se empeñan en caerle bien al resto y hacen hasta lo imposible para mantener ese estados con quienes le rodean.

Si bien este comportamiento no parece negativo en un principio, el problema es que, en algún punto, esta persona se pierde a sí misma y desarrolla problemas de autoestima.

Te gusta complacer a todos si…

Detestas cuando decepcionas a otros

Haces cosas con el fin de complacer a otros, por más que no sea algo que quieras hacer. A menudo olvidas de disfrutar de las actividades porque te preocupa que los demás no lo estén pasando bien.

Casares dice que otra señal es «que te sientes culpable y ansioso con bastante frecuencia. Nunca puedes sentirte tranquilo porque siempre va a haber una persona molesta o un incendio que apagar. Y tienes que ser tú quien lo haga».

Sientes mucho cansancio y no sabes por qué

El cansancio viene por diversas razones, pero cuando te empeñas en complacer a todos, el cansancio se genera porque te afanas demasiado en las necesidades de los demás; y puesto que siempre habrá algo qué hacer, terminas sintiendo agotamiento al final del día.

Por otra parte, tras pasar tu día atendiendo a otros, es muy probable que te quede poco o nada de tiempo para tus necesidades. Incluso si tienes un espacio para hacerlo, tal vez sientas tanto cansancio que no te quede fuerzas para más.

Otras personas se aprovechan de ti

La gente a tu alrededor sabe que no puedes decir «no», así que aprovecha tu debilidad para pedirte que hagas cosas que no harías por tu propia iniciativa. Si aceptas hacer algo, puede que te pidan más y más; y como no quieres pelear ni decepcionar a nadie, no te quejas y trabajas en silencio.

No sabes con exactitud quién eres, qué te gusta o qué te interesa

Como te has acostumbrado a agradar a todos, no tienes una opinión fuerte de tus gustos, intereses o hasta de tu identidad. Es decir, te gusta lo que otros dicen y no buscas contradecirlos porque sería crear pleitos.

Tu falta de identidad hace que no sepas si lo que quieres está motivado por un interés real de tu parte, o si es influenciado por la aceptación de otros.


Descubre tu identidad en Cristo , tu potencial y propósito ¡Nacimos para agradarle a Dios!

Comentarios

¡Sin comentarios aún!

Se el primero en comentar este artículo.
Volver arriba